Jordi Sierra Fabra i Antonio García Teijeiro són dos amics, el primer escriptor de contes i el segon poeta. Van decidir fer una obra on es fonessin les dues formes d’expressar que més dominen. El resultat és aquest meravellós llibre on la meitat dels contes provenen d’un poema i on l’altre meitat de poemes s’han inspirat en un conte. Les il•lustracions, al meu parer gens mereixedores d’aquest llibre, han estat realitzades per Antonia Cortijos, la dona d’en Jordi Sierra. Us deixo una mostra del llibre, a veure que us sembla:EL MAR ESTÁ LEJOS,
NO LO PUEDO VER,
Y YO QUIERO VERLO,
¿NO VOY A CRECER?
EN LAS CARACOLAS
QUE TRAJISTE AYER,
AUNQUE PUEDO OÍRLO,
YO LO QUIERO VER.
DETRÁS DE LOS MONTES
DEBE DE ESTAR ÉL,
PERO ME LO TAPAN,
¿NO VOY A CRECER?
EL MAR VIVE LEJOS,
Y NO PUEDE SER
QUE POR SER BAJITO
NO LO LLEGUE A VER.
Rosa tenía nueve años, el cabello negro, la sonrisa eterna, la inocencia en el gesto, el brillo en el alma.
Rosa era una niña que había nacido ciega en un pueblo situado muy, muy lejos, entre las montañas, a miles de kilómetros de mar.
Y Rosa quería “ver” el mar. Es decir, sentirlo.
Una vez, siendo aún más pequeña, le habían hablado del mar, de su inmensidad, de su color, de su belleza, de su paz. Y como Rosa nunca había visto el mar, lo imaginó en su ceguera. Un mundo bello, especial, como el agua con la que se lavaba la cara multiplicada por mil, o por un millón.
El mar.
Se hizo un poco mayor, sólo un poco mayor.
Nunca vería el mar, aunque estuviese allí, frente a él, pero ni siquiera soñaba con hacer tan largo viaje. Era un sueño. Su sueño. Podía imaginarlo y soñarlo, como imaginaba y soñaba el cielo, los colores o tantas otras cosas que desconocía.
Hasta que, un día, su abuelo compró algo en el pueblo vecino. Algo mágico, del tamaño de una mano. Algo que pertenecía, o mejor dicho, había pertenecido, al mar.
Una caracola.
El hombre se la regaló a Rosa por su cumpleaños y le dijo:
-Con esta caracola oirás el mar.
Se la aproximó al oído.
Calló.
Unos largos segundos.
Una sonrisa afloró en los labios de Rosa.
-Sí, lo imagino-dijo envuelta en un suspiro-. El mar es blanco y rojo, y es viento y paz. El mar es silencio y amor, y es como una lluvia quieta y la caricia de mi madre. El mar son mis lágrimas, pues me bañan entera cuando las derramo. Y es como la alegría, pues me cubre por completo cuando la siento. El mar es como mi alma, está ahí aunque no se toque. El mar es igual que el cielo, infinito, pues cabe en una caracola.
Y entonces su abuelo, que podía ver y veía mucho más allá que los demás, comprendió y dijo:
- Así es, Rosa. Así es el mar.

UN MÓN SENSE FI





“No pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro.”




Steve Jobs



La memòria conserva els aprenentatges i els reserva, per a quan siguin útils i necessaris. Si, a més, els transforma en imaginació, serem capaços de crear...





“Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan.”



Steve Jobs




Espero que arribi el dia que veritablement estimi el que faci, que pugui compartir els meus coneixements i el meu imaginari amb qui més s'ho mereix, el futur, els infants.









HI HAVIA UNA VEGADA...







Meravelloses paraules que ens endinsen en un món fantàstic, tan a l’infant que escolta, com a l’adult que narra les trames més increïbles. A més, els contes desenvolupen el nostre imaginari i ens permeten recórrer a les eines oportunes per conviure amb el dia a dia, fent-nos més creatius i forts per afrontar la vida mateix






"Las personas deberían sentirse parte de la danza de la vida"







Greene, M. (2005). Liberar la imaginación.